''SU GENTE SENCILLA''
''... Entre brumas de agosto, se siente la llovizna tímida cayendo sobre la tierra. La tarde va abrazando las colinas, y el paso de la noche se acerca a mi hermosa Tierra de Santa Lucía.
-Hola Don Tulio ¿cómo dice que le va yendo desde ay?''- se escucha la voz de una dulce señora.
-Hola Doña Toña, pues aquí llegando del trabajito- responde con calidez aquel señor.
Se ve la luz encendida de las casitas, entre los cristales de los ventanales que se interponen entre la brisa y el calor de hogar. El ''fogoncito'' encendido a toda braza, con los tizones ardiendo entre el crepitar de la leña y el humo blanco que transportaba el aroma de los frijolitos arreglados.
- ¡que rico que huele ahi adentro doña Toñita! - se escuchaba la voz tosca pero dulce a la vez de don tulio desde el otro lado de la cerca.
Dos troncos con un remedo de alambre de ''púas'' que apenas y se podía ver ya por el grisaseo de la noche que cantaba con sus grillos el anuncio de su llagada..
-Véngase pa' acá don Tulio, no quede ahí tan ''solillo'' de todas formas aquí cabe una silla más y total le echamos más agua a los frijoles pa que alcance-
Eso fue como música para los oídos de don Tulio, que no dudó en aprovechar los segundos de invitación para brincarse la cerca y llegar al patio de Toñita.
Mientras tanto el brillo de las luciérnagas era mas notorio, como si fuese un baile de lentejuelas entre la oscuridad que escondía poco a poco los lirios.
Ese aroma de noche quieta y serena, con cielos despejados y una luna bailando entre los cielos que cubren los senderos cafetaleros de Santa Lucía.
Con una pieza de pan, y un plato de frijoles arreglados, don Tulio y Doña Toña sentados en la mesa de madera disfrutando aquel momento de amistad entrañable.
El pasar de los años no se notaba en los dos ancianitos que se conocen desde pequeños. Que vieron nacer este pedazo de tierra con su esfuerzo para sus hijos.
La noche ha llegado contenta al baile y los murciélagos dejan sonar sus ''aleteos'' entre la oscuridad como aplaudiendo el concierto de las gotas de rocío que caen de los tejados, anegando las flores de veranera que van reverdeciendo poco a poco durante el invierno.
Se ve una braza tenue, brillando entre la oscuridad de un pasillo. Don Neno que abrió la puerta y se detuvo en el marco que lleva al saguan a fumarse su tabaco. Aquella pipa de madera que llenaba y no dejaba de besar cada segundo como si estuviese enamorado de ella.
-Buenas noches Don Tulio- sonó desde la puerta la voz de Don Neno...
-Buenas noches don Neno ¿cómo dice que la va desde ay?- dijo don Tulio.
-Pues yo ya voy pal rool , ya está haciendo sueño y voy a morirme un rato hasta que llegue mañana-
exclamó entre risas Don Neno -
-Bueno amigo que descanse en paz - contestó don Tulio entre risas.
Juegos de amigos de muchos años, de gente cálida y hogar en los campos de Puriscal. Que nostalgia... como para que no se acabara nunca esa gente tan sencilla...
Rapherty Villalobos Soto
Costa Rica
derechos reservados de autoría
2018
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