viernes, 26 de octubre de 2018

LOS POETAS E ISABEL

Mientras la niebla cubría los caminos, en la hondura de Cañales en Puriscal. Unos pasos se escuchaban al majar las piedras de la calle de lastre. Abriéndose paso por el sedero oscurecido por la noche mágica, entre el violinezco canto del grillo y el cantar del viento que se abría paso entre los bambúes.
Tres jóvenes hablaban entre sí en medio de aquella espesura. Imaginando en cual de los tres amigos lograría enamorar al pie del balcón a la pequeña Isabel. En casa de la pretendida, solo las velas se lograban apreciar, entre las ventanas de madera que parecían puertas de palacio esperando la entrada del los enamorados.
La pequeña Isabel, con sus faldas largas hasta los tobillos, y su blusa blanca como la misma paz de aquella noche en cuya luna se mecía el romance bajo la niebla. Sentada en una silla en el balcón de su casa, enredando sus trenzado cabello largo hasta la cintura preparándose para caer pronto en los brazos de Morfeo.
Aquella mujer trigueña, de ojos negros como dos oscuridades distintas en el alma, con su cintura delgada y sus pies calzados con sandalias, el aroma a miel en sus manos como buena campesina y sus ropas quizás algo ahumadas por cocinar en el fongoncito de la casa.
El momento se acercaba, y conforme las horas avanzan, se escuchan mas cerca los andares de los tres enamorados. Pensando y platicando entre ellos ¿Cual de los tres será el elegido por la ''Chabela'' como de cariño le decía su padre?
Estando al pie del balcón dos de los trovadores quedaron enmudecidos, al ver la silueta de don Sebastian paseándose por las tablillas del piso casero. Fumando su pipa, sintiendo la madera en las plantas de sus pies en cada centímetro andado. Con su mirada tosca, con su barba blanca, sus manos resecas por el trabajo en la tierra, y el corazón de un costarricense que ha sabido luchar.
Pero el tercer trovador de allá de los bajos Cañales, en mi lindo Puriscal no se asustó ante tal presencia., y de su voz comenzó el romance de aquella noche mientras la luna se asomaba poco a poquito. Invitando con palabras tiernas y enamoradas a asomar por las ventanas su carita coqueta, a aquella hermosa hoja veranera llamada Isabel.

''Déjame ver tu cara coqueta, mi luna trigueña,
que ya la niebla se va pa' su casa,
mira que si tu papá nos pesca,
estoy segurito que aquí se nos arma''

Don Sebastian escuchó aquellos versos, entre las risas de Chabela y la seriedad que le atacaba. Pero sintió una mano tibia en su hombro y una voz dulce le susurró entonces.
-¡Ay viejito!  no te enojes por esas cosas, recuerda que así llegabas tu a escondidas con tu guitarra a llevarme serenata en las madrugadas.-
Era doña Inez, esposa de Sebastian y madre de Isabel la que le hablaba,  y le recordaba aquellos años de romántico susto en la galantería del cortejo. Mientras abrazados ellos dos escuchaban aquel jovenzuelo poeta enamorando a su Chabela.
Con valor el trovador se esmeraba por llamar la atención de se enamorada. Diciendo sus mejores versos de amor hasta que ella le obsequió una mirada.

''Si supieras cuanto suspira mi alma por verte,
no me tendrías aquí llorando mis penas,
pero algún día se que voy a tenerte,
aunque conmigo se enoje don Sebas''

Se escucharon las carcajadas de los dos. De Isabel y su papá. Y de pronto la puerta se abrió y una voz fuerte le dijo al muchacho.
-Ya hombre creo que ya está bueno, mañana viene pa que hablemos y ya deje que nos vayamos al sueño-

Entre tartamudeos solo asintió con la cabeza, pero tenía su corazón acelerado. Contento porque estaba seguro que sería suya la Chabela. Mientras los otros dos amigos se quedaron como piedras e el suelo después de semejante susto. Se fueron de la mano con el viento y la luna a celebrar porque había ganado quien tuvo más valor.
El romance de las noches del terruño, y los grillos con su baile en lo más y mejor. Aquellos tiempos de enamorados, de poetas y doncellas bellas esperando el amor.
Allá en mi lindo Puriscal...

Rapherty Villalobos Soto
Autor de Ilsuiones
Costa Rica
derechos reservados 2018
Imagen tomada de la red
Para el Blogg Así es mi tierra

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2 comentarios:

  1. Ayy mi poeta favorito, me hiciste recordar esos anocheceres de serenatas y luna llena, que hermoso escrito, me encanta!

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    1. muchas gracias mi querida Etel que bueno que te gustara. La idea es esa recordar las cosas lindas que lastimosamente hoy por hoy se han ido perdiendo

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